lunes, 25 de diciembre de 2017

Miedos.

Llevo meses viviendo con miedo. 
Miedo a encontrarme sola, a despertar un día y que no haya nadie a mi lado, ya no físicamente, que también, sino emocionalmente. 
Miedo a abrirme a la gente, porque un día acabarán haciéndome daño. 
Miedo a no ser capaz nunca de confiar en la persona que tengo al lado. 
Siento miedo a expresarme libremente y que me tomen por loca, o por exagerada. 
Tengo miedo a que un día no sea capaz de vivir y convivir conmigo misma. 
Tengo miedo de perder a mis amigos, a mi familia, a la gente que me rodea. 

Tengo tanto miedo por perder cosas que no me deja vivir. 

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Queréis una segunda taza de café para las fotos que subís a Instagram los domingos por la mañana u otro par de manos para las fotos artísticas de las vacaciones. Queréis publicar en todas las redes sociales que tenéis una nueva pareja, una nueva ilusión para que vuestros amigos puedan darle a 'me gusta' y publicar un comentario. Buscáis la publicación perfecta digna para el hashtag #relashionshipgoals. Queréis a alguien para salir a desayunar los domingos, a alguien para quejaros los lunes de la mierda de día que habéis tenido, a alguien con quien poneros las botas un martes a las nueve de la noche o a alguien que os deseé los buenos días todos los días.

Buceáis por Tinder para encontrar a la persona adecuada, como si intentárais hacer un pedido a domicilio de vuestra alma gemela. Invertís más tiempo en vuestros perfiles de Tinder que en vuestra propia personalidad. Y aún así no queréis tener una relación. ¡Claro! Es que se me olvidaba que sois la generación que no quiere relaciones ni complicaciones. Queréis la fachada de una relación pero no estáis dispuestos a aceptar el esfuerzo que implica tenerla.

Queréis cogeros de la mano pero no miraros a la cara; queréis coquetear pero no estáis dispuestos a mantener una conversación seria; queréis promesas pero no un compromiso real, verdadero; queréis celebrar aniversarios pero sin los esfuerzos que implican. Queréis un "felices para siempre" pero no queréis esforzaros ni lo más mínimo aquí y ahora. Buscáis relaciones profundas pero sin ir muy en serio. Esperáis un amor de campeonato pero no entrenáis lo suficiente.

Queréis a alguien que os dé la mano pero sin darle el poder a ese alguien de haceros daño. Queréis oír frases de ligoteo sin dar la oportunidad de que os conquisten. ¡Cómo no! Os da miedo que se vayan y os dejen. Queréis seguir persiguiendo la idea del amor, pero no queréis caer en ella.

No queréis relaciones: buscáis amigos con derecho a roce, "manta y peli" un domingo por la tarde y fotos sin ropa por Snapchat. Queréis todo aquello que os haga sentir la ilusión de una relación pero sin tener una relación de verdad. Queréis todas las recompensas sin asumir ningún riesgo, sin ningún coste. Queréis comprometeros un poquito, pero no al cien por cien. Os lo tomaís con calma. No os gustan las etiquetas, simplemente salís con alguien.


17 de diciembre del 2017.

Un año.

12 meses, 365 días, 8760 horas, 525.000 minutos, 31.536.000 segundos han pasado desde aquel 17 de diciembre del 2016 tan especial y perfecto.

¿Te acuerdas del lío que montamos? Si es que somos el desastre en persona. Y bueno, después de aquel lío por fin nos encontramos, igual de nerviosos los dos. La tarde sólo pudo mejorar después de aquello.

El paseo por el parque, el rato ayudándome a escoger el regalo de Dani, la conversación tan interesante en el 100 Montaditos, la peli y la peli después de la peli. Esa noche fue perfecta.

Te agradezco que aparecieras en mi vida, que tuvieses tantos detalles conmigo el día que nos conocimos, te agradezco que te quedaras al día siguiente, y al otro, y todos los que le siguieron a aquel.

Gracias por haberme aguantado este año todas mis manías, todas mis rabietas y por aceptarme y quererme tal cual soy. Gracias por no dejar que me fuese a casa aquel 1 de enero, aunque eso haya supuesto conocer a tu familia antes de lo debido. Gracias por tantas cosas que no puedo explicar.

Desde que entraste en mi vida me la cambiaste completamente. De ahora en adelante quiero seguir sumando días, meses, años y todos los retos que se nos pongan por delante. Quiero que nos levantemos juntos tras cada caída, quiero que vayamos en la misma dirección y por si acaso uno de nosotros se tuerce que el otro sepa enderezarlo.

Quiero que seas mi presente y que sigas siendo mi futuro. Y quiero que sepas que te quise ayer, te quiero hoy y te querré mañana porque te lo mereces, porque has sabido ganarme poquito a poco. Y, por último, quiero aprender a quererte mejor cada día, y sí, mejor, porque quererte más es imposible.


Te quiero.