Y sé que después de ti nada será igual. Tú marcaste el antes y el después de una vida caótica aportando la luz que necesitaba.
Tú fuiste mi Big Bang, mi diluvio universal, mi primera guerra nundial.
Tú me llevaste al límite, me hiciste tocar el cielo, me hiciste estremecer.
Y lo tenía todo. Todo lo necesario para levantarme cada mañana con unas ganas locas de comerme el mundo.
Ahora el mundo me come a mi.
Y sólo me queda el recuerdo de esa explosión, que al fin y al cabo me salvó la vida.
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