miércoles, 10 de mayo de 2017

Billete de ida sin vuelta atrás.

Dame un billete para vivir mi vida con vistas a la tuya, anda porfi. Déjame despertarme un sábado por la mañana y sentir tu respiración acariciando mi cuello o desvelarme un domingo de madrugada y encontrarte sonriéndome a mi lado. Quiero en mi vida esa sonrisa tan tuya que me quita la respiración cada vez que la sacas de paseo.

Por pedir pido no poder moverme a mis anchas en la cama porque el hueco que antes estaba vacío ahora lo ocupas tú. Quiero tener las mejores vistas al otro lado de mi cama y que París se muera de envidia.

Quiero saber que podré caminar de la mano contigo por Gran Vía sin tener que esconderme y que todo el mundo sabrá la suerte que tengo al tenerte en mi vida.

Quiero un billete que me permita estar a tu lado, en tus peores momentos. Esos en los que no quieres ver a nadie. Quiero que me dejes estar a tu lado cuando llores, cuando no puedas con el mundo o cuando te falte poco para caer.

También quiero estar contigo en los buenos momentos; cuando logres un objetivo que te habías marcado, cuando alcances un sueño, cuando llores de alegría o cuando seas feliz.

A cambio te pido que tú también cojas este billete que te lleva directo a mi vida. Sólo quiero que veas cómo se me ilumina la mirada cada vez que apareces o para que veas cómo me río a carcajadas por culpa de tus pedorretas en el cuello.

Quiero que estés a mi lado en lo bueno y en lo malo. Quiero que seas el hombro al que acuda para llorar y que me escuches aunque no tenga mucho que contar.

Coge este billete de ida directo hacia mis labios y no lo pierdas, por favor.

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