jueves, 22 de noviembre de 2018

Querido 2019.

Hola 2019, debería empezar por presentarme, sé que todavía no has llegado, pero estás a la vuelta de la esquina. Te espero con todas las ganas, soy la chica que te ha dejado hueco en la cama para que la sorprendas cada mañana.

Verás, voy a ser sincera durante un rato. Durante este año he vivido mucho, he vivido de verdad. Tengo cicatrices en el cuerpo por las batallas de este año, unas las llevo en el corazón y otras a simple vista. Han habido personas que me han marcado el alma. Me he dejado la piel con los que han merecido la pena y les he dicho adiós a aquellos que decidieron marcharse. Han entrado también personas increíbles en mi vida a principios de año con las que espero seguir compartiendo risas, besos, abrazos y muchos momentos mágicos como este año. He puesto el corazón en cada cosa que he hecho este año. Los miedos a veces me visitaron de madrugada pero he aprendido a vivir con ellos. He viajado, he conocido lugares que enamoran, y personas que enamoran aún más. Me he equivocado, la he cagado 2018 veces por decir un número, porque la lista es mucho más larga. He aprendido, y si no lo he hecho ya lo haré en el futuro.

Querido 2019 quería pedirte algo. Sé que faltan aún 39 días para que llegues, sé que no me conoces, sé que llegarás entre risas, música, campanadas y copas de más. Presenciarás la primera resaca, los regalos, los te quiero y las ganas. Por ello, quería pedirte que me trates bien, que sí, que venga lo que tenga que venir, que pase lo que tenga que pasar, pero que seas bueno, que las lágrimas no superen a la risa, que me veas luchar y triunfar y que me regales la vida. Quiero que este año sea un cuento con final feliz, con obstáculos, batallas a capa y espada, versos, amor, amistad, salud…lo que se pide siempre. Pero además, por pedir, te pido que cuides de los míos. Que cuides de los nuevos miembros de la familia y a los que están por llegar. Incluso te pediré que cuides de los que se han ido, de los que un día estuvieron y decidieron dejar de estar. Te pediré que cuides de Ele, de Grinch y de Max.

Querido 2019, ¿sabes qué? No estaba deseando tu llegada porque cuando llegas significa que el tiempo pasa, que el Peter Pan que llevo dentro ha crecido y que se cierra una nueva etapa aunque no lo parezca. Ya sabes el miedo que me dan los cambios y más cuando no sé lo que me depararán. El futuro está en tus manos, y en las mías, así que prométeme que serás bueno, que quiero que cuando llegue tu último segundo mi yo más sincero suplique que te quedes…Pero ya sabemos que no todo es para siempre, así que por favor, querido 2019, haz que dure, haz que sienta, haz que viva sin prisas.

Sorpréndeme, y no me falles, que tengo 2019 y alguna razón de más para ser feliz.



 Atentamente, Alexandra.

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