domingo, 26 de enero de 2020

Me echarás de menos.

Me vas a echar de menos en cuanto la mires y no veas las playas que visitamos juntos. En cuanto la toques y no te tiemblen las manos. Me vas a echar de menos cuando te des cuenta de que ahora sonrío más, que estoy más guapa que nunca y que no parece que me haga falta nada para ser feliz.

Me vas a echar de menos cuando aparques el coche delante de su trabajo y no sea yo la que salga por la puerta con mi vestido rosa sonriendo como una niña. Te darás cuenta de que me echas de menos cuando brindes con ella, con una cerveza en la mano, y te entre de golpe mi resaca emocional. Cuando haga frío y ella no tiemble, cuando los domingos no sea yo la que te busque las manos debajo de la manta y cuando tu mano no encaje del todo con la suya y no sepas por qué es.

Me vas a echar de menos incluso cuando nadie te cambie la música en el coche, cuando no te agarre por la espalda como si fueras su mayor regalo.

Me vas a echar de menos cuando te pase ella y no yo. Cuando no exagere todo, cuando ella no te sepa regalar eso tan sencillo que no se regala. Me vas a echar de menos y yo sólo puedo decirte - y ojalá que no te siente mal - que a esta derrota invito yo. Que te den. Adiós.

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