Ale, no busques la felicidad en los demás si no eres capaz de encontrarla en ti misma. Vive. Duele. Sangra. Cáete. Lame tus propias heridas. Quiérete como nadie ha sido capaz de quererte. Sé el amor de tu vida. Aprende a reírte contigo y de ti. Aprende a no necesitar a nadie, ni nada, para ser feliz. Aprende a no depender de nadie. A llorar sin esperar que nadie venga a secarte las lágrimas. A bailar sin que nadie te tienda la mano para bailar juntos.
Entiende que eres la única persona que estará siempre contigo misma. Y sigue queriéndote como nadie te ha querido nunca. Porque entonces estarás lista para que los demás te den su felicidad y su amor. Entonces aprenderás a recibir y a dar. Pero si no te quieres, te aceptas y te ríes sola, todo se romperá cuando venga alguien y te haga reír, querer y encontrar la felicidad. Porque esa felicidad, ese amor, serán suyos y por mucho que te los dé, no se sostienen si tú no eres capaz de quererte tanto como para darle tu amor.
Así que lámete las heridas y aprende a quererte, y solo entonces, comparte.
Entiende que eres la única persona que estará siempre contigo misma. Y sigue queriéndote como nadie te ha querido nunca. Porque entonces estarás lista para que los demás te den su felicidad y su amor. Entonces aprenderás a recibir y a dar. Pero si no te quieres, te aceptas y te ríes sola, todo se romperá cuando venga alguien y te haga reír, querer y encontrar la felicidad. Porque esa felicidad, ese amor, serán suyos y por mucho que te los dé, no se sostienen si tú no eres capaz de quererte tanto como para darle tu amor.
Así que lámete las heridas y aprende a quererte, y solo entonces, comparte.
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