"No cariño, no merece la pena seguir intentándolo. Déjalo ir. Si se va es porque no te valora lo suficiente, y si no te valora lo suficiente, ¿para qué sufrir por él? ¿Para qué derramar una lágrima por alguien que no malgastaría ni un segundo de su tiempo para pensar en ti? Cariño, tu te mereces algo mejor, a alguien mejor.

Un chico que luche por ti. Y cuando te tenga te siga enamorando todos los días. Que sepa cómo enamorarte. Un chico de verdad, no de esos que te digan "te quiero" cuando se aburren o que te usen para olvidar a alguien.

Te mereces ser el "es ella" que salga por sus labios, con una sonrisa cuando hable de ti con sus amigos. No mereces ser un segundo plato, ni ser utilizada, ni ser un juego o una simple distracción. No te desanimes cariño, ese chico llegará.

Eres perfecta tal y como eres. ¿Y si no lo quieren ver? Pues ellos se lo pierden. Habrá otros chicos que si lo sepan valorar.

Por tanto no sufras más fea. Deja todo atrás. La vida sigue y él sólo ha sido un capítulo más de esta historia."


Que ironía que la misma persona que me dijo esas palabras acabara haciéndome daño. Acabó haciendo lo mismo que todos. Irse cuando más le necesitaba. Cuando más baja de ánimos estaba. Dejándome con el agua al cuello y unas cicatrices enormes.