"Y aprendí a olvidarte. A borra todo lo que sentía por ti. A dejar de derramar lágrimas por cualquier cosa relacionada contigo. Aprendí que nunca me ibas a querer de la misma forma con la que yo lo hacía. No sabes lo imposible que se me hizo pasar de hablar todos los días a sólo saber algo de ti cuando te apetecía.
Me sentía utilizada, pero a pesar de eso no dudaba ni un segundo en ir a por ti cuando me llamabas. Era una necesidad. Eran pequeñas porciones de cariño que me ibas aportando, cariño que necesitaba para sentirme querida. Y eso desapareció de un día para otro sin ninguna mena explicación. Te fuiste para no volver. Para que echara de menos todo de ti y puedo decir que en su día mis ojeras llevaban tu nombre impreso. Lo llevaron un periodo bastante largo de mi vida.
A estas alturas siento indiferencia cuando te veo, creo que ya sufrí bastante para darte más importancia de la que te mereces; me cambiaste y ya no he vuelto a ser la misma, gracias a ti ahora desconfío de todo y de todos.
...que te querrán de formas distintas pero nunca tanto como lo hice yo, pequeño rompecorazones."
No hay comentarios:
Publicar un comentario